El color lo cambia todo. La realidad que nos rodea cuando pierde su identidad visual marcada por sus colores y se tiñe de blanco, nos hace ver lo cotidiano de una forma fascinante, trasladándonos a un escenario único y efímero que nos invita a disfrutar de una situación excepcional, la naturaleza invade la ciudad y nos recuerda que puede en sólo unas horas cambiarlo todo.

