El color lo cambia todo. La realidad que nos rodea cuando pierde su identidad visual marcada por sus colores y se tiñe de blanco, nos hace ver lo cotidiano de una forma fascinante, trasladándonos a un escenario único y efímero que nos invita a disfrutar de una situación excepcional, la naturaleza invade la ciudad y nos recuerda que puede en sólo unas horas cambiarlo todo.
La nieve, fascinante por su color, por su textura, por los recuerdos que tenemos desde la infancia de disfrutar de lo excepcional, lo divertido y lo bello, en ciudades donde no estamos acostumbrados a verla, nos provoca sentimientos de alegría y euforia que nos invitan a disfrutarla, pisarla jugar con ella y como no, a fotografiarla.